Dentro del vasto abanico de masajes, sin dudas los masajes sensuales en Buenos Aires son de los más buscados y frecuentados por los pacientes. Pero ¿por qué son sus servicios tan aceptados? Si bien la respuesta obvia es que los hombres suelen buscar mujeres que estimulen sus líbidos, tal vez la respuesta sea más amplia. Vamos a analizarlo.
En el término estricto de la palabra... no necesariamente. Como ya explicamos al ver los tipos de masajes terapéuticos, estas prácticas están más relacionadas con necesidades físicas concretas como dolores, molestias, acumulación de líquido linfático, traumatismos, etc. Por el contrario, los masajes sensuales incluyen algunas variables en las que los "masajes" son solo una excusa para aliviar más la mente que al cuerpo mismo.
Por supuesto que en un altísimo porcentaje de sesiones sensuales se comienza con masajes reales, de mayor o menor intensidad, pero está claro que quienes buscan este tipo de servicio están interesados en las implicaciones de erotismo y sensualidad que vienen explicitadas ya desde el mismo nombre. ¿Cuales son exactamente las características que convierten a estos masajes en "sensuales"? Vamos a verlo.
A diferencia de ciertas técnicas de masajes profesionales, donde es esperable el tipo de masajes que se va a recibir (por ejemplo un drenaje linfático suele ser bastante standard), las masajistas sensuales ofrecen servicios de lo más variopintos. La actitud y personalidad de cada una aporta su sabor particular, sus tiempos, su seducción, su manera de hablar, e incluso las técnicas utilizadas son determinantes a la hora de dar forma a cada una de sus sesiones. Incluso muchos de ellas pueden variar su servicio en diferentes sesiones, por eso es que muchos son habitué de tal o cual masajista sensual.
En posteriores artículos vamos a profundizar sobre cada una de ellas, pero sirva este posteo para enumerarlas y tener un pantallazo de las prácticas de las cuales las masajistas sensuales se sirven para llevar a sus pacientes a un clímax de armonía, descargo de tensiones y relajación total.
Algunas de ellas involucran la desnudez tanto del paciente como la de la masajista, por ejemplo el masaje cuerpo a cuerpo, ciertas formas del masaje tántrico, el control del orgasmo, etc. Pero muchas veces es justamente el morbo de la profesional con su ambo estimulando las zonas erógenas del paciente, lo que produce la magia. El aceite, las cremas y lociones, las fragancias son también fundamentales, ya que despiertan muchas de las hormonas y endorfinas relacionadas con lo sensual.
En definitiva, no por ser un cliché pierde verdad, la mente es el primer órgano sexual, por lo que todo lo que sirva para estimularlo y generarle deseo y placer es bienvenido.
Muchos creen que un masaje sensual involucra per sé la necesidad de culminar con el coito. Si bien es cierto que un gran porcentaje de los masajes sensuales terminan con el conocido "final feliz" (visitar masajistas con relax manual), la interacción concreta de sexo no es algo tan normal en este tipo de servicio. Por más contra intuitivo que suene, ni siquiera las escorts ofrecen este servicio en cada encuentro, ya muchas veces terminan entablando una conversación o simplemente una salida para socializar con sus clientes.
En conclusión, si bien es perfectamente posible que las masajistas sensuales acepten tener relaciones sexuales en sus sesiones, no es una condición necesaria y, pro supuesto, siempre depende de lo que se pactó con anterioridad.
Esperamos que te haya quedado un poco más claro el mundo de los masajes sensuales, si tenés dudas o querés aportar tu experiencia y opinión, podés hacerlo dejando un comentario a continuación.
